Hace unos 27 años cuando era estudiante de arquitectura y durante las largas entregas de proyectos, haciendo maquetas y planos, solía darme algunos descansos en los cuales me encantaba poner música. Uno de los discos recurrentes era el Köln Concert de Keith Jarrett. Recuerdo que en una especie de combinación entre el cansancio acumulado y el enfoque dedicado al proceso, era fácil entrar en estados alterados de conciencia escuchando este disco, recuerdo tener casi como trances o meditaciones escuchándolo completo para después regresar a dibujar o pegar pedazos de madera balsa. Siempre he pensado que no se necesita nada adicional a lo que ya traemos como equipo de fábrica más buena música para tener experiencias trascendentales.
Hoy, en mi usual momento de desconexión y relajación nocturno viendo videos de YouTube, en donde usualmente caigo en algún tema de alguno de mis múltiples intereses, el algoritmo de YouTube me puso un video del cual estaré por siempre agradecido. Es de un canal al que estoy suscrito correspondiente a un músico y profesor de música que se llama Rick Beato, quien suele analizar música prácticamente de todo tipo y compartir sus impresiones. También entrevista músicos, entre ellos por ejemplo Sting, uno de mis favoritos… pero no me había dado cuenta por alguna extraña razón ¡que había entrevistado a Keith Jarrett!
He pasado más de la mitad de mi vida escuchando a Keith Jarrett y según yo estaba más o menos al tanto de su vida, pero hoy en el video de Rick me estoy enterando que ya no puede tocar con las dos manos a raíz de un par de ataques cerebrales (2018) en donde quedó paralizado del lado izquierdo. Fue una triste noticia, incluso porque yo todavía tenía la ilusa esperanza de verlo tocar en vivo algún día, me hizo reflexionar sobre a quién quiero ver tocar música o conocer y también sobre nuestra existencia y capacidades.
Pero independientemente de esto, la entrevista es épica y pasará a la historia porque logra enmarcar a Jarrett en un momento íntimo y algo melancólico, Beato lo hace escuchar una de sus piezas más importantes llamada Solar
… y ver su cara como se ilumina y como reacciona es algo impresionante.
La virtuosidad de Jarret y su genialidad le dieron para tocar música no sólo de jazz con su trío o sus tríos mejor dicho, si no también tocó con Miles Davis, tocó música clásica, tocó rock, improvisó en piano… Una variedad de estilos a muy alto nivel.
Para cualquiera que no lo conozca de verdad les digo que es una de las maravillas de genialidad que existen en el mundo y son de estas cosas que pienso nuestros hijos deben de conocer. Una de mis metas en esta crisis de la media edad es aprender a tocar el piano para conectar más neuronas (neuroplasticidad) y si después de 10 años logró hacer la mitad de lo que hace Jarrett con su mano derecha solamente, me doy por bien servido.
H.